El abuso sexual es cualquier forma de contacto sexual no deseado. Desafortunadamente, en muchos casos, el agresor es una persona en la que confiamos. Las personas que han sufrido cualquier tipo de abuso sexual usualmente tienen sentimientos como depresión, vergüenza, ansiedad, terror, estrés postraumático, culpa, adicciones y, en muchas ocasiones, se culpan a sí mismos por lo ocurrido. En el Instituto de Consejería de Atlanta entendemos que, a pesar de que el abuso sexual es una experiencia que cambia por completo la vida, es posible recuperarse a través de sesiones de consejería. Hemos podido ayudar a niños y adultos en el proceso de recuperación después de ser abusados sexualmente, incluso aunque haya pasado años antes.
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